viernes

De desiertos, valles y mares sonorenses.





[Febrero 2008]

I
Esto va en especifico para mi Tempo y mi Quizás porque siempre se aparecen en mis sueños:
"Las nubes del valle del mayo
Érase una vez unas nubes que querían bajar al río Mayo y pasar a engrosarlo. Desde arriba veían todos los días como el agua corría y como este flujo hacía feliz a la gente. De tanto desearlo, las nubes se pusieron envidiosas y por eso se colorearon de gris y luego de negro. Pero no podían bajar. Intentaban y pujaban y no podían bajar. Entonces, vieron a lo lejos a los niños y a los animales del valle del Mayo y pensaron que la mejor forma de bajar al río era llegando a través de ellos. Así, que comenzaron a ocasionar felicidad y risas y poco a poco las nubes dejaron el cielo y salieron de los ojos y las bocas de todos ellos a partir de las carcajadas. Así fue como se llenó el río Mayo y los agricultores pudieron sembrar papa, maíz y trigo."
[El cuento debe de ir acompañado de cosquillas a los niños y animales para que surta el efecto de que el río se va llenando]
[Esto no narra cómo los latifundistas y los pesticidas actúan en la vida de los habitantes de estas poblaciones, pero podría ser complementada en otra ocasión; se recomienda que esta sea cuando el niño empiece a madurar y necesite de respuestas sobre las condiciones socioeconómicas por las que transitamos]
[Como homenaje a mi papá porque estando en el valle del Mayo, la naturaleza se ve tan bonita y tan interrelacionada con nosotros los mortales, que entonces uno empieza a ver historias de la nada, como de las hormigas rojas y azules. Dedicada a ese cuento de los insectos extraterrestres que ya no recordamos puntualmente pero que con sólo su mención ocasiona muchas divertidas suposiciones y hace que esos momentos sean diáfanos como mi larga infancia.]
[Y es el resultante de la presión ejercida por ver a Andrea, la niña de Abril Alejandra, tan atorada con la tele y necesitada de soñar e imaginar como, creo, yo lo hice cuando era niña.]
II
Oye, no me dijiste si te gustó mi cuento mayo para hacer reir a los niños. El silencio fue la expresión de la flojera... ¿verdad?
Y no, pues fijate que me fue muy bien. Digamos que muy chido: eso de poder ir a un encuentro con yaquis, mayos y guarijios superó mi sueño. En serio que siempre quise estar en algo como eso, y por fin se me hizo y así, cercano a Huatabampo. Fue maravilloso porque mi tía me llevó a cuatro o cinco comunidades mayos, a pasear por lugares agrícolas pero donde se supone que mi papá y tíos nacieron; a la playa de Huatabampito; a Navojoa. Llegamos al Museo de los juguetes en Etchojoa; toda una experiencia. La colección es maravillosa: juguetes, títeres, máscaras, tambores, textiles, platones... El director es un antropólogo de la ENAH. Claro, para mi lo mejor fue estar en Álamos, asistiendo a los museos, al paseo en el camión turístico.
En Hermosillo ya fue otra la cantata, porque estuvimos en el Simposio de Antropología e Historia de Sonora. Pero nos escapamos un día y pasamos por el desierto para llegar a Bahía Kino. En el camino me hice amiga de un gringo amable. El mar de Cortés es fabuloso; la arena, la brisa, el calor y el agua.
Creo que me debía estar ahí, en Sonora, sobre todo porque he creado mi identidad a partir de mi nombre extraído de esa región histórica, pero era un poco contradictorio porque estando tan lejos y sin conocerlo --en realidad-- se volvía una especie de "castillos en el aire". Ahora, se ha materializado, y me gustó.
En el Júpare, pueblo mayo del municipio de Huatabampo, hay un museo mayo y fui dos veces, precisamente cuando los fariseos estaban en el viernes del conti, algo así como la reunión de los demonios. Y ahí, platiqué con la encargada del museo y le platique de mi papá, y le dije que me llamaba ilihutsy. Empezó a reirse y a disfrutar mucho que me llamara así. Lo comentó con otro señor y se rieron de felicidad de saber que alguien yori se llamaba de tal forma. Me sentía con la necesidad de hacerles saber que tú y yo, y muchos más, andamos con nombres de ellos. También me dijeron, ¿jusari? Mas bien jusali. Si, color café.
Ah tristeza, tenemos nombres con faltas de ortografía, pero creo que eso se puede superar. Imagínate si no, hay gente que se llama deisy o leidy o brayan o...
Un beso y espero pronto dejar las pocas cosas que te traje.
Iliusi

1 comentario:

Iliusi dijo...

Hola tocaya. Me sorprendió encontrar esta entrada mientras, ociosamente, me googleaba.
De verdad que uno se construye una imagen con nombre que carga. En tu caso parece que el nombre tiene un significado muy gande, que carga con lazos profundos de familia y tierra.
En mi caso se siente a veces como una curiosidad y un signo de interrogación. Mis papás por ejemplo, lo decidieron mientras andaban de gira con un ballet por Sinaloa.
Yo nunca he ido hacia el norte del país y muero de ganas; las fotos y lo que escribes, hacen que sea aún más deseable ese viaje. Sin embrago, al igual que el sentido de nuestro nombre, para ti fue un viaje denso, una búsqueda de raíces, y para mí sería un viaje mágico pero sin peso.
¿Qué tanto importa la ortografía cuando se tiene significado?