La verdad, la verdad es que me imaginé que un 12 de octubre en tierras españolas sería una experiencia más que significativa. De entrada estar celebrando la hispanidad en vez del día de la raza, me prometía un acontecimiento distinto.
Además de ello, estar alojada en La Rábida, en la Universidad Internacional de Andalucía (la cual tiene su sede junto al Monasterio que recibió hace más de 500 años a Cristóbal Colón, a 3 kilómetros y medio del muelle de Palos de la Frontera donde partieron Colón y los vecinos palermos, apoyados y dirigidos por Martín Alonso Pinzón), potenciaba este deseo de celebración -y, al mismo tiempo, no- del descubrimiento o invención o encuentro de América...
Pero nada, no sucedieron sino actividades torpes. No llegué temprano a la clausura del Congreso Internacional "Colón, los marinos del descubrimiento de América y sus puertos" que se llevó a cabo en el Teatro de San Juan del Puerto, pero además, por ser un día no laborable, las corridas de autobúses detuvieron el camino por tres horas. San Juan, aunque lindo, estaba completamente vacío y sólo se abrió la posibilidad de consumir unas cañitas y tapas.
Sin embargo, para mí ha sido como un gran festejo el descubrimiento de los no indios, del viejo continente y, además, ver cómo todo un equipo de españoles atienden de manera profesional y cortés la asistencia de cincuenta latinoamericanos: enseñanza, alimentación, seguridad, higiéne, con una calidez entendible por sus puestos pero comprensible por la linda temperatura y la cercana playa.
Tal como los cedularios del Museo del Convento de La Rábida indican, entrar a esta zona es recibir, de nueva cuenta, el abrazo amoroso y hospitalario de los vecinos tal como le sucedió a Cristóbal Colón...
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