De manera imperceptible,
Puebla se convierte en el centro de mi corazón. A él puedo llegar por muchas veredas distintas. Estos caminos
son los encuentros académicos alrededor de la historia de la Batalla del 5 de mayo del Sitio o de
Archivística, los musicales y literarios
(donde aparece Jazzatlán en Cholula, Carlos Arellano y sus tonadas rupestres o
la Biblioteca Profética) o los amistosos (por mi amado Carlos Garrido Vargas, además de
Armando López, Arturo Aguilar y Elva Rivera). Pero nada como el camino mágico
del Yugdo hacia Puebla.
Y así empieza la historia: la cita fue en la zona
arqueológica de Cholula, y luego hicimos una parada estratégica en un cercano
balneario donde comimos, practicamos katas y los 22 movimientos. Para descansar
nos hospedamos en los Baños Chapultepec, y muy temprano iniciamos con otra
divertida dinámica. Ya al salir, se abrió la oportunidad de tomar un baño de
vapor con masaje incluido. Yo pedí el paquete completo, el cual incluía una
tallada extrema, masaje, exfoliación, tina con flores y recogimiento de bilis.
¡Impresionante me resultó observar a las señoras, herederas de conocimientos
ancestrales, jalando, acomodando y curando a mujeres jóvenes y mayores! Percibí
su conexión con la sabiduría
mesoamericana, y me sentí agradecida por recibir sus toques mágicos y
relajantes.
En el Coloquio "La Intervención Francesa en el 150 aniversario del Sitio de Puebla, 1863",
en el salón de Protocolos del Palacio del Gobierno de Puebla, Fotografía de Armando López.
No hay comentarios:
Publicar un comentario