Reviso mi base de datos. Sí, si hubo chinacos en Querétaro. Entre ellos están León Ugalde,Valencia, Uruarte, Herrera, Corona, Franco, Martínez, Agapito Carranza, Francisco Carbajal, Juan González, Rafael Mora, Rafael Martínez, Miguel Meza, Manuel Altamirano, Sóstenes Rodríguez, Victoriano Segura, Tiburcio Gutiérrez y hasta mencionan a Catarino Fragoso.
Hubo un total de 29 notas publicadas en el Periódico Oficial del Imperio Mexicano y El Diario del Imperio, entre 1863 y 1866, que refieren a actividades políticas y militares sucedidas en Querétaro. Así, encontramos reseñas breves y parciales sobre enfrentamientos, indultos, batallas, o solo el paso de militares y guerrillas. ¡Eso era la guerra!
Esto sucedió hace 150 años. Este julio 19 se conmemoró el sesquicentenario del fusilamiento de Maximiliano y el inicio del periodo llamado la República Restaurada, el comienzo -en realidad- del México que habitamos más de 120 millones en el 2017.
Esto me compete más de lo que cualquiera se puede imaginar. Hace 17 años, más o menos, concluí los estudios de Licenciatura en Historia en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, en Cuicuilco, y ya tenía perfilado mi tema: ¡los chinacos!
¿Quiénes eran estos? Los guerrilleros que combatieron a los invasores, se dice en internet, y antes eso se encontraba dicho en algunos diccionarios. Algunas imágenes nos los muestran con grandes caballos, armamentos, vestidos de gala y, sobre todo, banderines rojos: ¡eran republicanos!
He investigado y escrito desde entonces mucho. Sí, son diecisiete años -por lo menos- de recopilación, lecturas y pasión. Porque la pasión es de lo más necesario para hablar de cualquier tema histórico. Recuerdo todavía que al escuchar las coplas del Cancionero de la Intervención Francesa, el LP donde cantan Amparo Ochoa y Ricardo Pérez Montfort, entre otros, la pregunta ¿quiénes son los chinacos? me enloqueció completamente.
Me hice de armas, y me convertí en Ilihutsy (a) La Chinaca, la de las nalgas desnudas. Detective, investigadora, perseguidora... les lloré cuando los vi caer muertos, me emocioné cuando supe de sus datos personales o de sus orígenes sociales. Salté de gusto al saber de algunos textos escritos en los años cincuenta sobre los chinacos.
Comprendí que para acercarme a ellos no había de otra: saltar la malla existente de clasismo y de tergiversación ideológica. Los propios republicanos igualaron la actividad chinaca o popular con la de los militares republicanos, y por eso se creó un héroe chinaco. Los testimonios son muchos, y ya he hablado de ello.
Este resumen torpe que hago de ello en este blog solo tiene la intención de acompañar una vivencia, una de las más importantes para mi: ser la historiadora de las guerrillas populares, llamadas chinacos, por casi dos décadas. Y tomar consciencia del paso del tiempo, mi cambio de tema a nivel profesional y asumir que mis chinacos continúan en mi corazón pero ya no son los únicos que lo ocupan.
Sí, cuando decidí entrar a estudiar el Doctorado me dí cuenta que sentí agotado el tema. Las tesis de licenciatura que aportaron una visión panorámica de la participación chinaca y de maestría que detallaba un caso en específico, la de mi Catarino Fragoso, me parecían suficientes para entender lo sucedido. De hecho, hasta los casos de Antonio Rojas y Nicolás Romero, también investigados por mí y publicados los resultados en unos artículos, resolvieron la problemática. En serio que ya no tenía hacia dónde mirar con el catalejos "chinacos".
Y salté a otro tema.
Entonces, en este 150 aniversario, la invitación al Coloquio Maximiliano en la Universidad Autónoma de Querétaro me pareció oportuna para decir, quizá por última vez, lo que sé de los chinacos. Por eso decidí resumir lo investigado a través de una pregunta central: de qué lado estaban los chinacos, ¿eran republicanos o populares?
Las evidencias documentales y los análisis que he hecho me indican que los chinacos combatieron de manera compleja por diversas causas, pero al sumar sus actividades a más de 250 entre 1863 y 1866, o sea un 28% del total de las actividades militares y políticas que se sucedieron, pues el resultado final es que los chinacos sí pelearon a favor de los republicanos porque contribuyeron con el caótico estado de guerra en que México se encontraba. Por eso -y muchos elementos más- los franceses y el Segundo Imperio no se pudo estabilizar.
Entonces, fui a decirlo. Y aconteció algo maravilloso. Primero, recibí críticas constructivas en torno a mi definición de guerrillero, la cual copio más adelante. Segundo, me comentaron que historiadores de renombre en el ambiente académico recomiendan leer mis textos. Tercero, los compañeros del área han leído mis textos. ¡Es el sueño del historiador!
Así que me siento agradecida por haberme decidido a indagar sobre chinacos y contribuir con este granito a la gran playa de la historiografía. Feliz de haber desenredado tantas historias y entrever muchas más...
#IlihutsyLaChinaca
Agradezco bienvenidas, sonrisas y buenos momentos que pasé en esta ocasión en Querétaro.
Mi definición de guerrillero es esta: Guerrillero, integrante de los grupos que aplican una técnica político-militar de guerra irregular, pero se identifican, sobre todo, por sus relaciones con las comunidades y por sus dinámicas convierten su levantamiento en “una guerra popular en una u otra
forma. Es la lucha de naciones contra invasores extranjeros, o de sectores rebeldes de una sociedad contra las clases dominantes en ella, de explotados contra explotadores, de los gobernados contra los gobernantes” [Robert Taber, La guerra de la pulga. Guerrilla y contraguerrilla, México, ERA, 1967, pp. 173 y 11, 15, 17, 20]. Las guerrillas populares son “la espada de la justicia social y de la liberación nacional” o una herramienta del cambio social. Dicho en palabras de Eric Van Young, la guerra de guerrillas está caracterizada por “su fragmentación espacial, las tácticas de ataque y retirada, su base popular y lo irregular de sus ejércitos” [La otra rebelión. La lucha por la independencia de México, 1810- 1821, México, Fondo de Cultura Económica, 2006, p. 69]. Una guerrilla es un conjunto no muy extenso de personas que aplican las tácticas guerrilleras, esto es, de ataques irregulares al enemigo aprovechando su conocimiento sobre el terreno y la rigidez en la formación regular y jerárquica de los ejércitos. Pueden estar bajo las órdenes de un ejército y hacer sólo las escaramuzas y servir como avanzada, pero también pueden reaccionar a muchas otras condiciones coyunturales sin esperar de estos formalismos burocráticos. Aún así, como ya se indicó,
una de las características más particulares de la guerrilla es tener una liga muy estrecha con las comunidades, quienes no sólo contribuyen con su coexistencia a partir de los guerrilleros que se les unen sino también con elementos de logística, información y protección. No importa en realidad cuáles son las motivaciones políticas e ideológicas que reúnan a una formación irregular, porque responden a necesidades sociales y comunitarias.
Tomado de Ilihutsy Monroy, "El guerrillero Catarino Fragoso: red social y hábil actuación política y militar. Mezquital, 1860-1870", tesis de maestría en Historia, México, Posgrado en Historia, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Autónoma de México, 2013, pp. 187-188.
¿Quieres leer más sobre chinacos? Sí, si hay algunos textos:
https://unam.academia.edu/IlihutsyMonroyCasillas
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